Biodanza

El desarrollo del potencial de nuestras vidas no siempre es armonioso y equilibrado. En algunos casos, sólo unos pocos se desarrollan a expensas de otros o se desarrollan de manera insuficiente e incompleta. La práctica de Biodanza refuerza los aspectos ya madurados y se activa estimulando a aquellos subdesarrollados integrándolos y armonándolos juntos.

El crecimiento humano se produce, según la teoría de la biodesa, estimulando las emociones saludables y su expresión armónica a través del movimiento natural y espontáneo dentro de un grupo emocionalmente integrado.

Comenzando con estudios neurofisiológicos sobre la complejidad de los circuitos cerebrales y sobre la base neurodinámica de la emoción y considerando las aportaciones de investigadores como Mac Lean, J. Rof Carballo, la metodología de biodance tiene como objetivo estimular en el cuerpo una disminución temporal en la función de control y vigilancia ejercida por la corteza cerebral con el fin de permitir una mayor expresión de impulsos lícito-hipotalámicos.

La estructura límbica – hipotalámica estrechamente ligada a la expresión de instintos, vivencias (la experiencia del sentimiento), emociones y afectos es responsable de la coordinación entre las funciones biológicas del organismo (por ejemplo, hambre, sed, etc.) y las necesidades de supervivencia. Es un sistema complementario que promueve modelos de comportamiento flexibles (adaptativos) que responden a las necesidades vitales básicas de instinto y afectividad.

Biodanza refuerza las vidas (experiencias vividas en el momento presente), emociones y sentimientos saludables, como alegría, plenitud, entusiasmo, confianza, afecto fraternal, fuerza, confianza en sí mismo, serenidad, coraje, etc.

Mucho más importante que la expresión de las emociones como salida, es la expresión adecuada y sincera de las emociones, la coherencia de la expresividad.

Hay un repertorio muy rico de danzas expresivas que liberan el potencial emocional y creativo.

Biodanza pretende redimir el valor intrínseco de la existencia, expresado en la singularidad de cada momento vivido.

Para Rolando Toro existe la posibilidad de que el ser humano viva mejor, intensamente, y sea feliz porque "la felicidad, el paraíso, no es más que una forma de mayor sensibilidad ante la vida".

La búsqueda de uno mismo en Biodanza se realiza a través de una profunda conciencia de la vida que está en uno mismo, en el otro y en la naturaleza.

No hay soluciones a los misterios que impregnan la existencia humana, sino la posibilidad de compartirlos en el amor.

Algunos de los propósitos esenciales de Biodanza son:

• Fomentar la afectividad en el ser humano, como la ternura, el amor, la amistad, la solidaridad, la empatía para desarrollar buenas relaciones humanas respetuosas y auténticas
• Despertar 'el hombre musical' ya que potencialmente posee todas las armonías y resonancias del universo (según el poeta Novalis)
• Orientación hacia la sensación de la vida en lugar de pensar en ello
• Sentir que no somos seres aislados y que participamos en el movimiento unificador del cosmos
• Sentir un vínculo íntimo con la naturaleza y con los demás
• Traer más felicidad a la vida cotidiana y aumentar la autoestima
• Tener fácil acceso a la alegría de vivir y la alegría de amar